Algunas genuinas circunstancias terminan siendo meros caprichos o excusas cuando el amor toma las riendas. Un desenfreno, una una leve idiotez se va haciendo patente y todas las honorables muestras de serenidad y prudencia desaparaecen.
Quizá no 'amor', sino 'enamoramiento'. Quizá estupidez convulsiva y agobiante, pegajosa y lúdica como la terca adolescencia.
Quizá no 'amor', sino 'enamoramiento'. Quizá estupidez convulsiva y agobiante, pegajosa y lúdica como la terca adolescencia.